Hoy rebuscando, releyendo en mi día de ocio, encontré esta historia, que me resulta una buena nota de color de uno de los maestros de mi Sensei Nelson Requena, a quien le pedí confirmación del cuento y trás su confirmación, he decidido compartirlo con todos ustedes, pues me pareció de lo más simpático e irónico....
Siempre anda por las calles un tipo que desea conocer a un maestro Zen que este iluminado como para poder echar el cuento.
Lo cierto es que en una oportunidad un ingenuo personaje de estos oyó
decir que en la Colonia Bella Vista (Maracaibo, Venezuela) vivía un monje Zen de
apellido Carouget que daba clases de artes marciales (judo y Aikido). Buscó la dirección
y llegó hasta su casa un buen día, y luego de tocar la puerta por un
buen rato, le sale el Sensei Yves Carouget. El tipo emocionado mira a
Yves y le pregunta: “
-Es usted el maestro Carouget?”
Yves le dice que sí y el tipo de inmediato le pregunta: “Tiene usted el Satori?”Yves, con toda la ironía del caso, le dice que sí. Y añade: “Lo quiere ver?”
El joven preguntón lo mira extasiado y le contesta que sí.
Yves le dice que pase, y lo lleva hasta un rincón de su patio. Allí le señala su viejo perro y le dice: “Allí esta, este es el Satori”.
(Fin del cuento)
Sensei Yves tenía razón, quien nos comprende mejor que un perro?
ResponderEliminarGracias José