Acerca del editor

Hablar de uno mismo siempre me ha parecido dificilísimo y hasta chocante... Estás líneas las agrego al blog, pues he recibido algunos comentarios donde se realizan preguntas personales que no me parece prudente responder en una entrada.

Llegué dos meses antes de lo que me esperaban mis padres un 15 de febrero del 1983. Luego de un par de semanas en terapia intensiva por problemas respiratorios, fui a casa sin muchas complicaciones. 

A corta edad empecé a entrenar, sin mucho éxito, kung fu con el sifú Pablo Rojas. Hoy pienso que una de las causas de que no haya seguido es que fui muy inconstante y mis padres nunca me presionaron para que siguiera, ni para que no siguiera, siempre ha sido mi decisión (claro está eso tiene sus beneficios y los no tanto).

Tiempo después, en un pequeño y "pobre" dojo inicié en TKD, sin mucho éxito; creo que fue una manera de ejercitar el cuerpo, pero nunca tuve real conciencia de la importancia del camino que nos presenta las artes marciales y obviamente me retiré en no más de 2 meses...

Así fue pasando el tiempo, jugando fútbol sala en el colegio. Era de éstos que me aburría mucho en clase, tanto que logré bajar mucho mi índice académico, lo que me trajo muchas complicaciones.

A mis 9 ó 10 años ya estaba mucho más definido en lo que quería. El judo me atraía un montón, pero en ese momento vivía fuera de la capital, en una ciudad que queda a 20 minutos. Para entonces era imposible encontrar algún dojo donde pudiera entrenar. Pase algún tiempo yendo y viniendo  del kung fu, pero nada en serio. Lo que si agradezco es que aprendí la importancia y profundicé algo la forma. 

 Practiqué fútbol con unos amigos. Entrené con un club llamado Sportin, creo, jugaba entre el medio campo y la defensa. Creo que fue la época donde estaba en mejor forma física. Más adelante llegaron las fiestas, los amigos, las novias y la rica etapa del descubrir... ahí, dejé todo tipo de actividad fuera del colegio y sólo hacía lo necesario. Esa etapa fue la más dura, comencé con algunos problemas lumbares por el parón deportivo... 

Al poco tiempo comenzó la universidad y en cinco años, que se fueron en un abrir y cerrar de ojos, me gradué y egresé con el título de comunicador social mención audiovisual. En el interín universitario no quedó espacios para malas calificaciones, cambié muchas cosas para lograr la excelencia, lo que me ayudó a conseguir un trabajo como productor audiovisual, un cargo difícil de obtener y más si aún no estás graduado. 

Desde entonces mis días eran más cortos. dividía las 24 horas en 6 horas de sueño básicas y lo que quedaba entre el trabajo, la familia, la universidad y mi novia, que cabe destacar, que estamos juntos desde el año 2000 y dentro de muy poco nos casaremos... :). En conclusión, las actividades deportivas se alejaban cada vez más de mi agenda. Seguía con ganas de practicar algo como judo, pero fui evolucionando más hacia la lucha...
Un año antes de terminar la universidad, dejé el trabajo. Necesitaba buscar nuevos horizontes sentí que ya no aprendía absolutamente nada ahí. Así que aunque fue lo bastante difícil, me dediqué casi de lleno a la universidad nuevamente; estaba por terminar y quería coronar tanto esfuerzo de la mejor manera, el resultado fue que estaba super acelerado y ahora sentía que tenía demasiado tiempo. Con mucha más posibilidades de traslado, tiempo y dinero todo indicaba que era el mejor momento para empezar en algún arte marcial. Busqué dojos que me quedasen cómodos y al final fui descartando, y llegó el momento de decidir: ¿ninjutsu o aikido?. Fue muy difícil. Con todo el tema de que el aikido no era necesaria la fuerza y que "elimina" las desigualdades me decidí por éste último, creo que porque siempre he fui el más pequeño en  la casa, el cole, la universidad, el trabajo... (jajajaja)

Empecé a entrenar bajo las enseñanzas del sensei Nelson Requena en el dojo Santa Fe en 2006 y hoy, tengo la certeza de que tomé la mejor decisión que he tomado jamás. Es soñar con avanzar el camino del aikido, pero también es ver hacia atrás y repetirme una y mil veces... ¡ésto es lo que andaba buscando!.. Como lo digo en la presentación del blog "me declaro un enamorado de éste arte marcial

Sueño en algún momento de mi vida, más lejano que cercano, poder llevar una hakama y poder gozar del privilegio y la responsabilidad de enseñarle a más personas este fuego, ésta pasión que llevo por dentro, que me a forjado. Me parecería una absoluta tontería y una irresponsabilidad no decirle a mi mi prójimo lo maravilloso que es el aikido

En el más reciente seminario organizado por Venezuela Aikikai (diciembre 2009) sei mprimieron unas franelas para los participantes del evento que en la espalda llevavan un rótulo que  decía, "aikido. Encuentra tu propio camino" Esa frase, que desconozco si es algún pensamiento, me embrujó, pues ese es el sentimiento que a mi me embarga... yo siento que encontré mi camino, por eso, siempre tendré una deuda infinita con mi  único maestro, Nelson Requena, a mis padres por su incondicionalidad, a mi novia, por su amor sin paralelo, y todos los aprendices del aikido ésten donde ésten por su fe irrevocable...

Eternamente agradecido,


José Vicente Moreno Puche
04 de marzo de 2010.
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