Hola a todos!
Hace algunas semanas entablé comunicación por Twitter con Jorge Ulloa(@georgeinadvance) Como practicante y amante del Aikido nos escribió un hermoso artÃculo que está lleno de esa magia de quien descubre.... Los invito a leer la experiencia de este colega chileno que el destino lo llevó al archipiélago nipón y desde ahÃ, nos relata su experiencia en el seminario con el soke Saito.
Espero les guste!
"Seminario Osaka, perspectiva de un principiante.
Normalmente, solemos asociar la lectura de un articulo al nivel de experiencia de quien escribe. Mientras más sea la experiencia, mejor es la calidad del artÃculo, pero este caso es un poco diferente. Independiente de la calidad del articulo, o de mi experiencia, mi deseo es compartir mi vivencia como practicante principiante de Aikido y mi encuentro con el seminario realizado en Osaka y dirigido por Saito Hitohiro Sensei.
Llevo un año viviendo en Japón, a principios de este año comencé a estudiar Aikido en el Busenkai Dojo de Tokyo, perteneciente al Iwama Shin Shin Aiki Shurenkai, cuyo Kaichou es Saito Hitohiro Sensei. Al seminario viajamos solo dos personas del Dojo, por lo que llevamos un presente en representación de este. Lo que no sabÃa era que le entregarÃamos el presente directamente a Saito Sensei, lo cual fue una sorpresa para mi. Cuando ingresamos al despacho que habÃan adaptado para él, lo vi leyendo unos documentos. La expresión en su rostro era seria, y mientras hablaba con mi Sensei se podÃa sentir la fuerza en sus palabras. Debo reconocer que estaba nervioso, mucho más cuando mi Sensei me presentó ante el como su nuevo alumno. Para mi sorpresa, me miró y me dio la bienvenida, todo esto acompañado de una gran sonrisa y con un espÃritu cálido y amable. Me habló sobre su grata experiencia en Chile y de lo mucho que habÃa disfrutado de la comida y los paisajes de mi paÃs.
Luego de esto comenzó el seminario, el ambiente ceremonioso me hacÃa recordar la visita a algún templo tradicional japonés. Entre los participantes se veÃan grandes maestros de mucha tradición y muy respetados.
El seminario inició con la llegada de Saito Sensei, al cual todos esperábamos con mucho respeto. Esta primera jornada se inició con la revisión de las posiciones básicas de Bukiwaza, al mismo tiempo en que explicaba la relación intrÃnseca que existe con el Taijutsu. A medida que el seminario avanzaba las técnicas iban subiendo de nivel y complejidad, hasta llegar a las últimas aplicaciones y técnicas que Saito Sensei ha desarrollado y que fueron expuestas por primera vez en el seminario.
"Seminario Osaka, perspectiva de un principiante.
Normalmente, solemos asociar la lectura de un articulo al nivel de experiencia de quien escribe. Mientras más sea la experiencia, mejor es la calidad del artÃculo, pero este caso es un poco diferente. Independiente de la calidad del articulo, o de mi experiencia, mi deseo es compartir mi vivencia como practicante principiante de Aikido y mi encuentro con el seminario realizado en Osaka y dirigido por Saito Hitohiro Sensei.
Llevo un año viviendo en Japón, a principios de este año comencé a estudiar Aikido en el Busenkai Dojo de Tokyo, perteneciente al Iwama Shin Shin Aiki Shurenkai, cuyo Kaichou es Saito Hitohiro Sensei. Al seminario viajamos solo dos personas del Dojo, por lo que llevamos un presente en representación de este. Lo que no sabÃa era que le entregarÃamos el presente directamente a Saito Sensei, lo cual fue una sorpresa para mi. Cuando ingresamos al despacho que habÃan adaptado para él, lo vi leyendo unos documentos. La expresión en su rostro era seria, y mientras hablaba con mi Sensei se podÃa sentir la fuerza en sus palabras. Debo reconocer que estaba nervioso, mucho más cuando mi Sensei me presentó ante el como su nuevo alumno. Para mi sorpresa, me miró y me dio la bienvenida, todo esto acompañado de una gran sonrisa y con un espÃritu cálido y amable. Me habló sobre su grata experiencia en Chile y de lo mucho que habÃa disfrutado de la comida y los paisajes de mi paÃs.
Luego de esto comenzó el seminario, el ambiente ceremonioso me hacÃa recordar la visita a algún templo tradicional japonés. Entre los participantes se veÃan grandes maestros de mucha tradición y muy respetados.
El seminario inició con la llegada de Saito Sensei, al cual todos esperábamos con mucho respeto. Esta primera jornada se inició con la revisión de las posiciones básicas de Bukiwaza, al mismo tiempo en que explicaba la relación intrÃnseca que existe con el Taijutsu. A medida que el seminario avanzaba las técnicas iban subiendo de nivel y complejidad, hasta llegar a las últimas aplicaciones y técnicas que Saito Sensei ha desarrollado y que fueron expuestas por primera vez en el seminario.
Terminada la primera jornada nos retiramos al hotel en donde nos hospedarÃamos los participantes, para después compartir una cena. Al llegar al comedor nos esperaba una comida muy tradicional japonesa; después de conocer y compartir con otros participantes nos sentamos para esperar la llegada de Saito Sensei. A partir de este punto sentà que viajaba al Japón antiguo, cuando llegó el Sensei todos se inclinaron para saludar y se mantuvo absoluto respeto. Después de eso dio una charla sobre la importancia y las bases del Aikido y su desarrollo actual (más otros temas que no pude comprender por lo limitado de mi japonés)
Durante la cena todos mantenÃan su atención hacia la mesa en donde se encontraba Saito Sensei, quien estaba acompañado por los Sensei de más experiencia. De vez en cuando llamaba a algún participante para preguntar algo o hacer algún comentario. Cuando esto pasaba, se acercaban a el como en los tiempos de antaño, en donde era un honor dirigirle la palabra al Daimyo. Este tipo de situaciones pueden ser difÃciles de entender para un occidental, pero el respeto que le entregaban al Sensei, era sincero, no impuesto por una autoridad, pero proveniente del corazón como un gesto de agradecimiento supremo a aquel Maestro que compartÃa sus enseñanzas.
Una vez finalizada la cena nos retiramos a nuestras habitaciones. Mi Sensei me dijo que estuviera atento a lo que pudiera pasar, y que siguiera las acciones de los alumnos con más experiencia.
TenÃa razón al decirme eso, ya que durante la noche Saito Sensei nos llamó compartir con el algunos snacks y unos tragos. El ambiento era muy cálido y de respeto, Saito Sensei sonreÃa mucho mientras recordaba anécdotas de su niñez o contaba otras relacionadas con la historia del Aikido. Finalizada esta convivencia, nos retiramos a descansar para la siguiente mañana de entrenamiento.
El Keiko, o entrenamiento del dÃa siguiente, se desarrolló con normalidad; durante casi dos horas y media, las técnicas enseñadas fueron tomando más y más complejidad hasta llegar a un punto en donde incluso los Sensei veÃan elementos nuevos o se instruÃa sobre alguna aplicación poco conocida. Finalizada la clase nadie abandonó el Dojo, todos quedaron esperando a que el Sensei Saito abandonara el lugar, luego de lo cual tenÃamos que ir caminando tras suyo hasta despedirlo.
Al terminar el seminario me quedé con la sensación de haber viajado en el tiempo y haber tenido el placer de conocer tradiciones y costumbres que no vemos normalmente en un seminario de carácter internacional. Una experiencia que de seguro recordaré en los años venideros.
Jorge L. Ulloa
@georgeinadvance"
Durante la cena todos mantenÃan su atención hacia la mesa en donde se encontraba Saito Sensei, quien estaba acompañado por los Sensei de más experiencia. De vez en cuando llamaba a algún participante para preguntar algo o hacer algún comentario. Cuando esto pasaba, se acercaban a el como en los tiempos de antaño, en donde era un honor dirigirle la palabra al Daimyo. Este tipo de situaciones pueden ser difÃciles de entender para un occidental, pero el respeto que le entregaban al Sensei, era sincero, no impuesto por una autoridad, pero proveniente del corazón como un gesto de agradecimiento supremo a aquel Maestro que compartÃa sus enseñanzas.
Una vez finalizada la cena nos retiramos a nuestras habitaciones. Mi Sensei me dijo que estuviera atento a lo que pudiera pasar, y que siguiera las acciones de los alumnos con más experiencia.
TenÃa razón al decirme eso, ya que durante la noche Saito Sensei nos llamó compartir con el algunos snacks y unos tragos. El ambiento era muy cálido y de respeto, Saito Sensei sonreÃa mucho mientras recordaba anécdotas de su niñez o contaba otras relacionadas con la historia del Aikido. Finalizada esta convivencia, nos retiramos a descansar para la siguiente mañana de entrenamiento.
El Keiko, o entrenamiento del dÃa siguiente, se desarrolló con normalidad; durante casi dos horas y media, las técnicas enseñadas fueron tomando más y más complejidad hasta llegar a un punto en donde incluso los Sensei veÃan elementos nuevos o se instruÃa sobre alguna aplicación poco conocida. Finalizada la clase nadie abandonó el Dojo, todos quedaron esperando a que el Sensei Saito abandonara el lugar, luego de lo cual tenÃamos que ir caminando tras suyo hasta despedirlo.
Al terminar el seminario me quedé con la sensación de haber viajado en el tiempo y haber tenido el placer de conocer tradiciones y costumbres que no vemos normalmente en un seminario de carácter internacional. Una experiencia que de seguro recordaré en los años venideros.
Jorge L. Ulloa
@georgeinadvance"
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