Hola a todos!
He econtrado en la página oficial de Aikikai Argentina, una interesante entrevista hecha al shihan Christian Tissier apropósito de su más reciente visita a Buenos Aires.
Sensei Christian Tissier visitó Sudamérica en diciembre pasado, dictando Seminarios en Chile, Argentina y Uruguay. Mario Lorenzo del Aikikai Argentina, junto a Claudio Zotta y a Jorge Rojo presidente del Aikikai de Chile conversaron durante largo rato en Buenos Aires con él. Esta entrevista es parte de esa conversación. Siempre afable y con una gran predisposición a todo lo referido con la enseñanza, nos brindó conceptos tan claros y precisos como su técnica.
Queremos agradecer a Jorge Rojo por la traducción simultánea.
Mario Lorenzo -¿Cómo ve Ud la evolución del Aikido en los próximos años? ¿Hacia dónde va el Aikido?
Sensei Tissier - Es difícil que en un período de 10 ó 20 años haya un cambio radical, ya que es casi la misma generación, que está envejeciendo.
Un tema será si nosotros atraemos o no a los jóvenes a la práctica y conforme a nuestra capacidad de atracción de esos jóvenes, será el tipo de Aikido que tendremos. Sino tendremos un Aikido que envejece, tal vez muy interesante, pero envejecido.
Nosotros cuando comenzamos, encontrábamos algo mágico en lo oriental, pero había sólo Yudo, Karate y Aikido. Ahora hay muchas otras posibilidades para los jóvenes, que cuando yo comencé.
Nosotros tenemos actualmente el problema inverso del Judo. El Judo busca adultos, hay mucho más niños. Nosotros necesitamos practicantes en un rango entre los 18 y 30 años. De lo contrario la media de edad que asista a los seminarios en los próximos años, será de 40 a 45 años, y esto determinará el tipo de Aikido que hagamos.
Otro tema que va a ser determinante para el Aikido es lo que sucederá en dos grandes países como China e India, que casi no conocen el Aikido y son 2.000 millones de personas. ¿Qué es lo que le interesa a esa gente ?. En China practican Kung fu, Shaolin, en India Yoga y otros ejercicios, pero ¿A cuántos atraeremos? No tenemos ni idea. Podrán ser 100.000, 200.000 o a lo mejor ninguno, en 20 años no se sabe lo que va a pasar.
En Francia hay 70.000 practicantes, si en China llega a haber 300.000, ¿Cómo esta gente va a pesar en la política del Aikido?
Actualmente una clase regular tiene un profesor para 20 practicantes, si hay 1000 ¿Cuál va a ser el método de enseñanza?
Mario Lorenzo - ¿Desde el punto de vista técnico Ud. ve que el Aikido tendrá una tendencia más hacia lo físico, la velocidad o la técnica?
Sensei Tissier - Es muy diverso y esta diversidad también es la fortaleza del Aikido. Hay gente que se queda en el Aikido justamente porque piensan que es algo no muy físico. Hay gente que está en el Aikido y no podría estar en otro deporte. Hay otros practicantes que han trabajado físicamente con anterioridad, para ellos el objetivo físico está incluido en el Aikido. Yo tengo casi 60 años y físicamente me siento un deportista, no digo que hago un Aikido deportivo, pero me siento como alguien que ha hecho deporte toda su vida. Tenemos interés en mantener un aspecto de la práctica que esté basado en un trabajo físico.
Hace poco estuve en Amsterdam con el Doshu, tenemos la misma edad, hizo una demostración de Aikido bastante larga, rápida y precisa con todas las características de un deportista.
Mario Lorenzo - Por lo que nosotros podemos ver en Sudamérica aquellas personas que ponen demasiado énfasis en el ki en su práctica, no son muy serios técnicamente. ¿Cómo ve Ud. esto alrededor del mundo y qué opina del “No Touch Aikido” de Watanabe Sensei?
Sensei Tissier - Son dos cosas distintas, por un lado las personas que hablan del ki y por otro, las que hacen Aikido como el maestro Watanabe. Él desarrolló algo que le interesa especialmente, no es un trabajo de ki, sino de anticipación, de sensaciones ,guste o no guste, funcione o no funcione. Funciona cuando uno conoce el código, marcialmente no funciona, pero Watanabe Sensei, y yo trabajé mucho con él cuando estuve en Japón, no era así antes. Es un practicante físicamente sólido que quiso desarrollar algo de otro tipo. Pienso que hoy si liderara una mesa examinadora no creo que tomaría lo que él produce.
Ahora, las personas que hablan del ki, que hacen referencia constante al ki en el mundo entero, buscan a veces justificación a su falta de técnica. Porque el ki todos lo tenemos, todo esto es ki (refiriéndose con un gesto al ambiente), el problema del ki es su fluidez y ¿cómo fluye el Ki? Cuando no hay bloqueo. Cuando alguien está haciendo una técnica y no tiene dominio de ella, no podrá tener un cuerpo que esté desbloqueado. El objetivo de la técnica es justamente desbloquear las partes del cuerpo que pudieran estar bloqueadas. Alguien que hiciera un trabajo con los hombros tensos no tendría una real fluidez del ki. El ki se manifiesta por la facilidad, por el dominio o la maestría para hacer algo.
Mario Lorenzo - ¿Cómo es su relación con otros maestros japoneses, siendo Ud. el maestro occidental más importante que difunde el Aikido por el mundo?
Sensei Tissier - Las relaciones que tengo con ellos son en general muy buenas. De hecho soy un producto del Aikikai, yo llegué joven allá, trabajé allá….
Pienso que, de alguna manera, ellos me consideran como alguien de la casa, pero también un embajador, un extranjero.
De acuerdo a las conversaciones que he tenido con el anterior Doshu y con el actual, para ellos yo soy un occidental que conoce las reglas, que los comprende. De alguna manera yo también soy parte de la vitrina del Aikikai. Pienso que también es porque me mantuve fiel a la enseñanza que recibí. Aún cuando el Aikido tenga su parte personal y cada uno desarrolla su propia forma, tengo el sentimiento de pertenecer a la misma familia.
La generación actualmente más influyente del Aikikai, es mi generación. La forman profesores como Yasuno, Yokota, Osawa, que es un poco más jóven, Miyamoto, Shibata, Endo que es un poco mayor. Hay otra generación que estaba antes que yo como la de Tamura Sensei, Yamada Sensei, Tada Sensei y otra generación más joven que personalmente no la conozco.
Mario Lorenzo - En sus seminarios Ud. pone énfasis en temas como “el punto”, “el eje”. ¿Estos conceptos provienen de un desarrollo personal del Aikido? ¿Y cuál ha sido la influencia de Yamaguchi Sensei en su técnica?
Sensei Tissier - Ese método de enseñanza es estrictamente personal, deviene del análisis que he hecho de lo que había aprendido en particular de Yamaguchi Sensei, que era un modelo de pureza.
Nuestro espíritu occidental presenta las cosas de otra manera diferente al modelo japonés. Muchas veces los japoneses no saben como presentar estos temas y les parece raro. Hay algunos que pedagógicamente son buenos, pero su método no pasa por la explicación hablada, ni por un análisis del movimiento y cuando les preguntan por qué se hace así, la respuesta es porque se hace así, porque es la tradición.
Yo, lo que encuentro maravilloso de Yamaguchi Sensei es que tenía respuestas a todas las preguntas. Tenía una reflexión muy inteligente para cada tema (porque podemos tener una reflexión que no sea inteligente) y que era muy elevada en el campo del Aikido.
Muchos de esos pensamientos yo los había escuchado pero no los entendí en su momento.
Incluso hoy en día al mirar un video, veo cosas que no veía antes, no tenía ojos para verlo. Simplemente porque Yamaguchi Sensei estaba muy por delante. La gente que asistía a sus clases lo sabía intuitivamente. Toda la generación actual (mi generación) fue influenciada fuertemente por él.
Mario Lorenzo - ¿Cuales fueron sus recuerdos y sensaciones como uke de Yamaguchi Sensei?
Sensei Tissier - Son miles de sensaciones que llevo todavía, cuando miro un video o veo a alguien hacer un movimiento siento exactamente qué está pasando.
De él era muy típica su velocidad, la potencia en la acción, no era una potencia natural. Yamaguchi Sensei era una persona de 65 kg, desde el mismo momento que él comenzaba la acción no se sentía forcejear, había una gran precisión y al mismo tiempo producía una serie de desequilibrios.
Era una persona que desde el momento en que tomábamos contacto controlaba nuestro centro, sus movimientos eran fluidos y cuando decidía la acción, era como una explosión, era algo que nos derrumbaba, éramos como un edificio que implosionaba, nos resquebrajaba.
Nunca tuve una sensación desagradable de tirón o empujón, era una sensación agradable, pero muy clara, muy técnica.
También tengo recuerdos de otros profesores de los cuales aprendí, pero hablando de sensaciones, con ellos había un”poco de lucha”, mientras más forzaba el brazo, más tenía que protegerme porque dolía y mientras más me protegía, más forzaba. Bueno, así también se aprende, pero esa no era la sensación que uno tenía con el maestro Yamaguchi.
Mario Lorenzo - ¿Alguna otra reflexión sobre la pedagogía del Aikido?
Sensei Tissier - Se puede hacer una analogía con alguien que hace música o danza. Hay gente que es naturalmente dotada para estas artes, pero en un momento dado si ellos quieren ser realmente buenos, deben aprender la técnica del arte. Porque no es una improvisación, es una reflexión.
Por ejemplo, en un ballet el bailarín profesional no es quien decide qué hacer, es la obra quien decide lo que el bailarín debe hacer y él debe hacerlo todo, no sólo lo que le gusta. Aprendió la técnica y detrás de ella hay una disciplina.
Hay personas que son físicamente dotadas para el Aikido, pero esto no es suficiente.
Hay que aprender y enseguida hay que analizar y reflexionar al respecto. En Aikido cuando se hace esto aparecen varias posibilidades: ¿hemos hecho un gesto lógico o es un gesto parásito?, ¿es un gesto demasiado exagerado o puro?, ¿es un movimiento sólo estético o un movimiento vivo? Vivo en relación a si tiene en cuenta el rapport con la realidad del atacante, la desestabilización que provoca el ataque, etc.
Conozco mucha gente que practica hace 20 ó 30 años, pero que se aburren de su Aikido. Si fuéramos capaces de recrear 2 ó 3 detalles técnicos, el entusiasmo volvería a empezar. A veces hay que redireccionar o volver a orientar la práctica. El rol nuestro como profesores es mantener el entusiasmo de la gente, incluso para nosotros mismos.
Cuando se dice en Aikido “Ikkyo Issho” (hacer ikkyo toda la vida), nos preguntamos ¿pero qué ikkyo?, ¿el mismo de hace tiempo? El ikkyo tiene que evolucionar, ikkyo es un pretexto para lograr una evolución en la comprensión y en la sensación, no para decir “ikkyo es así y nada tiene que cambiar”.
Mario Lorenzo - ¿A su nivel, en su trabajo de investigación, hay duda técnica?
Sensei Tissier - No son dudas en tal sentido. Vuelvo al tema anterior para explicarlo. Cuando practicamos, a veces hacemos algo que no sabíamos que éramos capaces de hacer y nos damos cuenta que esta nueva forma es más económica, más fácil. Entonces, si continuamos trabajando un poco más, creamos algo levemente distinto, pero no es que nos levantemos una mañana y descubramos algo nuevo.
La duda es lo que nos permite avanzar, la duda es específica del Budo, porque cuando más progresamos en algo, y específicamente en un sistema marcial, más nos damos cuenta cuán débiles somos. Menos entonces, tenemos ganas de enfrentarnos y lo haremos solamente si es necesario. La duda es lo que nos permite preservarnos, solamente un imbécil entra a un bar a provocar un pelea. Quien haya aprendido algo en el campo de las artes marciales sólo puede dudar de su debilidad. Es consciente de lo que realmente es.