Feliz cumpleaños a mí... aikidoka, 4 años después

  Hola a todos!

Hoy estoy de manteles largos! Hoy es un día que recuerdo como quien recuerda su cumpleaños o su aniversario. Un día como hoy, un 7 de octubre empecé formalmente a entrenar esto que hoy nos sirve de excusa para leernos e intercambiar sentimientos e ideas: aikido.

Llegue como todos o casi todos. Iba a hacer un poco de ejercicios, a  sudar la barriga, a aprender a defenderme, pero me encontré con algo más, algo que descubro lentamente y que me parece infinito. Confieso que no hubo nada especial en ese nuevo comienzo. Muy por el contrario, siento que al principio me tuve que obligar a seguir. De aquellos tiempos no me agradaban mucho las clases de los sensei que nos hacían esforzarnos de más y más  (como debe ser) y hoy se los agradezco.  Para más señales hablo del sensei Andres Almosny, quien siempre busca que durante el entrenamiento saquemos lo mejor de nosotros.

He aprendido con aikido a estar más cerca de mi sensei Nelson Requena a quien a veces no comprendía y digo más, que a veces no comprendo, lo que me obliga a acatar, pero que al fin y al cabo siempre me ha demostrado que tiene la razón. Él ha sabido ser justo con todos nosotros, fuerte, estricto, pero amigo y compañero...

El aikido me ha regalado cosas que no tienen valor comercial. Tengo el agrado de haber conocido gente inigualable, a quienes respeto infinitamente por su pasión, constancia, esfuerzo y apoyo.  A todos los considero mis amigos. Voy más allá, me ha regalado la fortuna de conocer gente de otras latitudes tan lejanas como el Reino Unido, Buenos Aires o España y que me alivian, pues no me siento el único que piensa en aikido más de mitad del tiempo.

Me he descubierto entre cosas  que jamás creí poder hacer, o por lo menos hacerlas bien. Me ha enseñado a buscar la "perfección" (si es que existe) en mi y no afuera.  He buscado sin pausas modificar mi caracter, aprender a relajarme, a poner en práctica el autocontrol, y la confianza. Suficientes motivos para después de cuatros de contínua práctica renovar los votos de amor por el aikido.

Otra cosa que parece una tontería y que he llevado a su máxima expresión con aikido, es ser agradecido; agradecido con todo. Desde quien me muestra agrado cuando le hablo, hasta con el que me hace "botar piedras..." ustedes no se imaginan cuan agradecido me siento con cada visita a este espacio por ejemplo, pues en un principio esto empezó con la idea de ser un diario "privado" de mi práctica diaria. Hoy cuento con unos cuantos lectores reincidentes que guardo junto mis más preciados orgullos.  El hecho de escribir aquí se ha convertido en un acto de sagrada responsabilidad por respeto a todos ustedes que más que "amigos invisibles", ahora poseen nacionalidad, d.n.i, cédulas, rostro y sentir.

A todos, quienes forman parte de esta maravillosa forma de vivir, a todos los que comparten conmigo esta pasión, a todos los que me  apoyan sin condiciones y me han dado aliento para  seguir; a quienes se han opuesto,  a quines me enseñan  dentro y fuera del tatami y sin más extienden su mano en señal de amistad; a quienes  creen  que pueden aprender algo de este siempre  kohai; a quienes enriquecen con sus comentarios, visitas, sueños, quejas este espacio...

A todos
Simplemente gracias!