Hasta el sur... en busca de un sueño (II)

Hola a todos!

Regresamos este domingo pasado y estoy tratando de que todo vuelva a la normalidad . Eso implica terminarles de contar nuestra travesía en el cono sur, actualizar el blog a menudo como lo veníamos haciendo antes de partir y organizar todo lo que levamos en la maleta. Luego de 10 días en Argentina estamos super cansados y creo hablar por todos, pero contentos de haber llegado. 

Les adelanto que para enriquecer este espacio he pedido a mis compañeros de viaje nos den su visión particular del seminario y los días que tuvimos a bien compartir en Buenos Aires. Espero que sean líneas llenas de anécdotas, vivencias y aprendizaje que hacen única cada partida y que este anuncio público que "nadie" leerá los comprometa! 

Partimos de Venezuela

Parte del grupo abordando el avión. Cortesía A. Almosny

El día 22 de junio empezaba otra fase de este plan que inició como algún comentario en marzo justo con la visita del sensei Izawa a nuestro país. Desde entonces, cada vez que estamos juntos, era obligatorio decir algo del viaje aunque esto no fuese de gran importancia; era suficiente un: "ya solo faltan 3 meses...", lo importante, creo yo, era mantenerlo siempre fresco en la memoria. 

Ese día, el de la partida, muchos no fuimos a trabajar y creo que fue peor, la espera nos tenía tan stresados, y las anécdotas empezaron mucho antes de lo esperado. El taxi que llevaría a nuestro amigo Carlos y a su esposa al aeropuerto llegó 12 horas antes, es decir, en vez de estar a las 3 pm, él llegó puntualmente a las 3 am...  y aunque no pasó de la rabieta del conductor, creo que ahí todos empezamos actuar como grupo y eso marcaría nuestro viaje...

Ya en el aeropuerto unos más acá y otros más allá  hacíamos la cola para entregar las maletas y que nos entregaran el boarding pass, (eso sí, no a todos y si piensan seguir leyendo les recomiendo no olvidar está línea) Como era de esperar, las risas, la alegría y los detalles de último momento no se hicieron esperar. A nosotros nos acompañaban dos viejecitas parlanchinas aparentemente del estado Táchira y madre de uno de los jugadores de nuestra selección de fútbol, me hicieron ejercitar la paciencia que horas más tarde necesitaría en nuestra próxima escala: Brasil.Trataban de entablar una conversa... y fue algo así: 

- hace como calor, verdad? Es que en esta fecha... pero como ellos son jóvenes! son parte de alguna selección?

-NO

- y qué es eso de aido? 

-Aikido, señora!

-y qué es Aikido

Multipliquen esta conversa por 45 minutos!

En la próxima entrega... nos van a deportar!