El amargo sabor de la derrota

Hola a todos! 

Encontré como de costumbre una muy buena entrada en el blog de nuestro amigo José, yosamurai.blogspot.com , de quien en entradas anteriores les había comentado. 

Les copio textualmente un post llamado El amargo sabor de la derrota, espero que les guste, a mi me pareció muy sabia esta reflexión y bueno, si tienen un poco de tiempo, dediquen unos minutos a tan grato espacio... 

  

"Toda derrota duele. Toda derrota es difícil de digerir. Nuestro orgullo sufre. Mas toda derrota nos enseña algo importante: "no somos invencibles"; tan sólo somos hombres.

Derrotados, caminamos sonámbulos por las calles, como almas perdidas, sin rumbo, sin meta. El cuerpo es una pesada losa que arrastramos a cada paso. Jadeantes, sin aliento, simplemente, deambulamos sin saber qué hacer ni donde ir.

¿De qué sirven las palabras de aliento, las palmaditas en el hombro?, ¿de qué? Nadie puede hacer nada por ayudarnos, salvo nosotros mismos. Es uno mismo el que se ha de coger por los pelos y levantarse del suelo.

Podemos haber perdido la batalla, pero no por eso debemos darnos por vencidos. Hemos de aprender a diferenciar muy bien entre estas dos cosas:

1.- La propia habilidad o destreza en la lucha.

2.- La propia identidad.

Sin lugar a dudas, la propia identidad es mucho más grande e importante que la propia habilidad o destreza. Es posible que aquel contra el que perdimos sea más diestro que uno mismo en el manejo de la espada, pero eso no quiere decir que uno "sea" un torpe. Nosotros somos mucho más que una etiqueta pegada en nuestra frente. De hecho, somos algo muy diferente a un adjetivo impuesto o autoimpuesto.

Además, si el sabor de la derrota siempre es amargo, tiene un lado positivo (si somos listos lo descubriremos): "La derrota nos puede hacer más fuertes". Para ello, tan sólo hace falta analizar en qué fallamos, qué hicimos mal, qué es necesario mejorar, para tratar de pulirlo y mejorarlo.

Me gusta recordar siempre lo siguiente: "Todo cuanto nos acontece, absolutamente todo, siempre es para bien"."

(Palabra de Samurai)