Hola a todos!
Tiempo sin atar lazos con ustedes, pero creo que era necesario un descanso y aunque este mi blog estará más activo los meses por venir, no creo que se mantenga esa "meta" que nunca fue de publicar todos los días... ha sido uno de los ingredientes importantes para este retiro urgente.
Hoy que no resistí escribir algo quiero hablar del Do y se me hace bastante difícil hablarles acerca de este tema, pues en los últimos meses, semanas y días me han pasado cosas que me gustaría compartir con ustedes; si bien, no trato de hacerles una cartilla que vale acotar, nunca funcionan, de cosas que pueden pasarle a cualquiera en su tránsito por una vía marcial.
Muchas veces he escrito aquí de lo importante de el camino o mejor dicho que el camino es lo más importante. Debes saber que al igual que en la vida, porque el aikido es la vida misma, ni más ni menos, en nuestro Do habrán momentos más complicados que otros, pero que la persistencia y la cabeza fría siempre pagan bien. Las dudas siempre van a estar por ahí flotando en el aire y será tu tarea dominarla y descubrir la verdad. Lo digo con modestia, pero orgulloso, no hay día que no dude de la técnica, sin importar quien la ejecute, de lo que debo aprender, de poder jerarquizar, para tener una actitud positiva ante lo nuevo y preguntándome al finalizar cada clase si lo logré o que si voy en el camino correcto..
Cuando alguien se inscribe en el dojo y pasa el primer mes y lo veo interesado, pero con dudas siempre le repito lo mismo: El camino es largo y complicado, pero da buenos frutos... y es que siempre van a existir argumentos para abandonar y la verdad es que estos abundan cuando uno no está muy claro. Siempre habrá mucha cola para llegar a entrenar, una película en el cine que no puede esperar; mucho trabajo en la oficina, una técnica que es "imposible" de dominar; decisiones políticas que te salpican sin querer o practicantes que el tiempo les ha borrado el significado de aikido y así puedo seguir escribiendo cosas con las que te puedes encontrar, por eso, es que para seguir adelante debes ser firme en tus decisiones.
Lo cierto es que si tu decisión es seguir entrenando entonces aprovecha cada segundo. Esfuérzate y que cada clase sea un paso más. No salgas del tatami con la sensación destructiva de haber perdido el tiempo o de no haber aprendido nada. Haz que los problemas, la desilusión o la frustración siempre estén a merced de la alegría de aprender, y la esperanza de lograr tus metas... Una técnica puede ser lenta, pero debe ser fluida, como nuestro andar.
Un fuerte abrazo y nos vemos en el tatami!
Osu!